Un experimento llevado a cabo por Oliver Ulrich, de la universidad de Zurich y director de la investigación,
probó la posibilidad de transportar moléculas de ADN al espacio a través de la capa exterior de la sección de carga de un cohete.
Pero la mayor sorpresa no fue que las moléculas aguantasen las condiciones extremas del viaje hacia el espacio, sino también soportaron la vuelta y respectiva entrada en nuestra densa atmósfera.
Esto reabre el debate de la posibilidad de que la vida llegase a nuestro planeta a través de material extraterreste como polvo o meteoritos, y seguro que probarán la capacidad de que los humanos transportemos material genético a otros planetas.
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